miércoles, 23 de junio de 2010

Morir de amor. Violencia en pareja

Este reportaje sobre la violencia de pareja se publicó en la revista Marie Claire de mayo de 2010, la que trae a Diane Kruger (la protagonista de Inglorius Basterds de Tarantino) en la portada. 

Muchos no lo saben --yo misma lo ignoraba hasta hace un par de años-- pero Marie Claire fue un baluarte del feminismo cuando empezó a publicarse. Por ella me enteré hace muchos años del caso de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, campesinos ecologistas que fueron presos de conciencia. En esta revista he tenido la fortuna de publicar temas relacionados con violaciones a los derechos de las mujeres (como la práctica de casar a mujeres víctimas de violación con su abusador, que se da en varios lugares de India).

Cuando salió la edición de mayo compré la revista para ver cómo había quedado el reportaje --los freelance o mercenarios de la pluma normalmente no vemeos nuestro trabajo formado y con diseño sino hasta que se publica--, y un amigo me encontró en el metro leyéndola. Cuando le conté la historia me preguntó: ¿y Marie Claire publica eso? También me dijo que el feminismo bien puede venderse como producto entre las tapas de una revista, junto a zapatos de diseñador y cremas para la cara.

Como sea, este texto lo escribí movida por la esperanza, el más necio de los sentimientos, el que dice Cortázar no nos pertenece del todo porque es la vida misma defendiéndose. Esperanza de que el asesinato de Alí Cuevas a manos de su ex novio Oswaldo Morgan no quede impune. Esperanza de que la pareja de poetas que entrevisté se sobreponga al demonio de la violencia que ha marcado su relación. Esperanza de que sí, los hombres violentos también cambian. Esperanza de que todos dejemos de justificar y normalizar la violencia contra las mujeres.

(Tras la publicación recibí una carta de Conrado Cuevas, papá de Alí, con nuevos datos que las investigaciones han revelado sobre su asesinato. Es de las cartas que hacen que la labor periodística tenga sentido, que te hacen creer que con todo, el mundo no es sólo un lugar horrendo donde la violencia gana siempre. El mundo es también, lo que nosotros queremos hacer de él. )



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3 comentarios:

  1. No iba a comentar nada, pero como nadie ha comentado: lo hare.
    Bueno, el origen o causa principal de la "violencia en pareja" (que deberia ser "violencia en LA pareja", pues violencia en pareja puede ser aquella que se comete en pareja en contra de un tercero... En fin.) es el amor: el concepto de amor occidental en el cual las sociedades occidentales han sido educadas. Tan simple como eso.
    Por otro lado, es muy poca -poquisima- gente la que lee en estos dias. Cual es el proposito de escribir y publicar, mas alla d generar plata para vivir?

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    1. Hola Eduardo. Efectivamente, como dices, la idea del amor romántico es uno de los grandes motivos detrás de la violencia en las relaciones interpersonales de pareja. Que la gente que lea sea poca no implica, no al menos para mí, que escribir y publicar sean esfuerzos inútiles. En el caso de este artículo, el simple correo del papá de Alí hizo que para mí tuviera sentido el trabajo. Pero también he empezado a incursionar en otros medios como video para tratar de llegar a más gente. Saludos.

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  2. Hola Eduardo. Efectivamente, como dices, la idea del amor romántico es uno de los grandes motivos detrás de la violencia en las relaciones interpersonales de pareja. Que la gente que lea sea poca no implica, no al menos para mí, que escribir y publicar sean esfuerzos inútiles. En el caso de este artículo, el simple correo del papá de Alí hizo que para mí tuviera sentido el trabajo. Pero también he empezado a incursionar en otros medios como video para tratar de llegar a más gente. Saludos.

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Vaga-preguntona profesional. Nunca en la vida he parado de viajar: por trabajo de mi papá, por mi trabajo, por las ansias que me queman de vez en cuando. Soy dromómana, y también viajo mucho sin moverme de lugar. Me gustan los días soleados (no necesariamente calurosos), el viento, la lluvia (cuando es tibia o suave), el mar, los bosques. Las pláticas largas, las noches de copas con los amigos, los abrazos, los libros, la pintura, la fotografía y los gatos. Me obsesionan los edificios viejos, los lugares "extraños", el cielo, el agua en general, el idioma, las palabras, ciertas ideas. Detesto la falta de compromiso personal y social.

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